Así comienza una de las novelas más famosas de la historia, escrita por un Premio Nobel:
Era un viejo que pescaba solo en un bote en el Gulf Stream y hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez. En los primeros cuarenta días había tenido consigo a un muchacho. Pero después de cuarenta días sin haber pescado los padres del muchacho le habían dicho que el viejo estaba definitiva y rematadamente salao, lo cual era la peor forma de la mala suerte, y por orden de sus padres el muchacho había salido en otro bote que cogió tres buenos peces la primera semana. Entristecía al muchacho ver al viejo regresar todos los días con su bote vacío, y siempre bajaba a ayudarle a cargar los rollos de sedal o el bichero y el arpón y la vela arrollada al mástil. La vela estaba remendada con sacos de harina y, arrollada, parecía una bandera en permanente derrota.
El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello. Las pardas manchas del benigno cáncer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical estaban en sus mejillas. Esas pecas corrían por los lados de su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. Pero ninguna de estas cicatrices era reciente. Eran tan viejas como las erosiones de un árido desierto.
Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos.
Lo curioso es que el autor se inspiró en un amigo real para darle vida al protagonista. Y ese amigo era canario, pues había nacido en Arrecife de Lanzarote el 11 de julio de 1897. Murió con 104 años. ¿De quién se trata?
Era un viejo que pescaba solo en un bote en el Gulf Stream y hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez. En los primeros cuarenta días había tenido consigo a un muchacho. Pero después de cuarenta días sin haber pescado los padres del muchacho le habían dicho que el viejo estaba definitiva y rematadamente salao, lo cual era la peor forma de la mala suerte, y por orden de sus padres el muchacho había salido en otro bote que cogió tres buenos peces la primera semana. Entristecía al muchacho ver al viejo regresar todos los días con su bote vacío, y siempre bajaba a ayudarle a cargar los rollos de sedal o el bichero y el arpón y la vela arrollada al mástil. La vela estaba remendada con sacos de harina y, arrollada, parecía una bandera en permanente derrota.
El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello. Las pardas manchas del benigno cáncer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical estaban en sus mejillas. Esas pecas corrían por los lados de su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. Pero ninguna de estas cicatrices era reciente. Eran tan viejas como las erosiones de un árido desierto.
Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos.
Lo curioso es que el autor se inspiró en un amigo real para darle vida al protagonista. Y ese amigo era canario, pues había nacido en Arrecife de Lanzarote el 11 de julio de 1897. Murió con 104 años. ¿De quién se trata?
5 comentarios:
Hola Oswaldo,
Se trata de Gregorio Fuentes, y basándose en su historia, Hemingway escribió "El viejo y el mar", que lo llevó a ganar el Premio Nobel de Literatura en 1954.
Saludos.
Hola Oswaldo,creo que la obra es " El viejo y el mar" y el autor es Ernest Hemingway, y el amigo en el que se inspiró es GREGORIO FUENTES, autor canario nacido en Lanzarote. No se si voy muy desencaminada, saludos Yanira
¡Hola a todos de nuevo!
El autor escondido en este enigma es Ernest Hemingway, el cual podemos ver en la foto celebrando una gran pesca junto a Gregorio Fuentes.
Gregorio Fuentes, será para siempre la persona que inspiró a Hemingway para escribir El viejo y el mar, directa o indirectamente, porque Fuentes decía que no había sido él el tipo que le daba una pelea salvaje al mar, sino que el de la anécdota precisa era otro y él lo conocía: "Yo estaba con Hemingway cuando se le ocurrió la idea de El viejo y el mar”.
Iban navegando en su embarcación de siempre por la costa norte de Cuba cuando se cruzaron con un viejo en plena batalla con un pez grande, los tiburones lo rodeaban: "Paramos y le ofrecimos ayuda, pero nos gritó que no nos metiéramos. Después me enteré de que el viejo había muerto y eso entristeció mucho a Hemingway. Por eso escribió el libro".
Esto es una pequeña parte de todo lo que hay en internet sobre este tema, ya que también leí que el libro que escribió Hemingway fijándose en Fuentes no fue “El Viejo y el Mar”, sino “Islas en el Golfo”.
Les mando la dirección de una página donde pueden ver a Gregorio Fuentes hablando sobre Hemingway. Se oyen cosillas en inglés, pero bueno, somos de lengua extranjera...
Un saludo, Debo
http://www.metacafe.com/watch/413619/hemingways_boat_captain_gregorio_fuentes/
Novela: El viejo y el mar
Autor: Ernest Hemingway
Amigo e inspiración: Gregorio Fuentes, capitán de una nave con mi nombre
Gregorio Fuentes fue el personaje y amigo que inspiró al escritor norteamericano Ernest Hemingway para escribir su novela, "El viejo y el mar". Fuentes (apodado como "el capitán Grigorine" por Hemingway) fue el pescador y el primer oficial de cubierta del Pilar (yate perteneciente al escritor).
Gregorio siempre fue un gran fumador, murió de cáncer en Cojimar en 2002 a los 104 años de edad. Nunca leyó "El viejo y el mar".
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