sábado, 24 de mayo de 2008

ENIGMA 11. Crimen en Gran Canaria

Canarias ha sido motivo de inspiración para muchos escritores del mundo. Entre las personalidades que han incorporado estas islas a sus obras, una destaca por ser pionera de novelas de crímenes y suspense. Pasó temporadas en Gran Canaria, isla a la que se sintió muy vinculada. Entre los relatos que dedicó a las islas, entresacamos este fragmento:

Mi historia comienza allí, en el hotel Metropol, un jueves por la noche del mes de enero. Se celebraba un baile y yo contemplaba la escena sentado en una mesa con un amigo mío. Había algunos ingleses y gentes de otras nacionalidades, pero la mayoría de los que bailaban eran españoles. Cuando la orquesta inició los compases de un tango, sólo media docena de parejas de esta nacionalidad permanecieron en la pista. Todos bailaban admirablemente mientras nosotros los contemplábamos. Una mujer en particular despertó vivamente nuestra admiración. Alta, hermosa e insinuante, se movía con la gracia de una pantera. Había algo peligroso en ella. Así se lo dije a mi compañero, que se mostró de acuerdo conmigo. […]
Al día siguiente había planeado ir de excursión con unos amigos. Teníamos que atravesar la isla en automóvil, llevándonos la comida hasta un lugar llamado (apenas lo recuerdo, ¡ha pasado tanto tiempo!) Las Nieves, una bahía resguardada donde podíamos bañarnos si ése era nuestro deseo. Seguimos el programa tal como habíamos pensado, si exceptuamos el hecho de que salimos más tarde de lo previsto y nos detuvimos por el camino para comer, por lo que llegamos a Las Nieves a tiempo para bañarnos antes de la hora del té.
Al aproximarnos a la playa, percibimos en seguida una gran conmoción. Todos los habitantes del pequeño pueblecito parecían haberse reunido en la orilla y, en cuanto nos vieron, corrieron hacia el coche y empezaron a explicarnos lo ocurrido con gran excitación. Como nuestro español no era demasiado bueno, me costó bastante entenderlo, pero al fin lo logré.
Dos de esas chaladas inglesas habían ido allí a bañarse y una se alejó demasiado de la orilla y no pudo volver. La otra acudió en su auxilio para intentar traerla a la playa, pero le fallaron las fuerzas y se hubiera ahogado también de no ser porque un hombre salió en un bote y las recogió, aunque la primera estaba más allá de toda ayuda.

Para resolver este enigma no sólo basta con saber el título del relato y el nombre de quién lo escribió. En el fragmento hay pistas suficientes para encontrar el lugar donde nuestro personaje real se hospedó durante el tiempo en que escribió este famoso cuento. Se trata de encontrar un LETRERO que conmemora su presencia en ese lugar, hoy desaparecido (véase la foto adjunta).

Hay que copiar el texto, que se encuentra grabado sobre doce plaquetas.


viernes, 9 de mayo de 2008

ENIGMA 10. Naufragio en el Infierno

Se cumplen ahora cien años de la publicación de una novelita magistral, cuya trama en parte se sitúa en un inquietante Roque, conocido como del Infierno. He aquí un fragmento del relato:

Su silueta recortada, destacándose en la lejanía, no sé qué rara forma tiene que los ojos lo miran con ahínco.
También lo he visto de cerca, pasando a su vera en una barca, y he sentido una impresión de miedo, un escalofrío de pánico hondo, no sólo por el cóncavo rumor de las rompientes, sino también porque he sufrido por un instante la trágica alucinación de un rápido desplome del granito, aquellos picachos puntiagudos que se lanzan osados al aire, manteniéndose cara al inmenso vacío.
No es posible imaginarlo sin verlo; ni comprenderlo en toda su grandeza trágica sin haberlo, con angustia en el alma, una vez temido. Más que una isla, es un enorme peñón, un bloque de granito, surgiendo, como una infernal aparición, del seno turbulento de las aguas en aquellos mares salvajes.

¿Quién escribió este texto? ¿A qué novela pertenece el fragmento?

Una pista literaria:
Es más conocido por el nombre que adoptó, tomado de uno de los cientos de personajes novelescos de Benito Pérez Galdós.

Una pista para caminantes:
Tiene una calle escondida en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Para llegar a ella es muy sencillo. Cerca del lugar en que se aprende la profesión de maestro hay un pequeño parque con una fuente, presidida por el busto de un gran poeta, que da nombre al largo paseo que se extiende a sus pies, de Sur a Norte. Encamínate hacia el Sur. Pronto, a tu derecha, verás otra vez el rostro del mismo poeta, que te mira desde una pared, recordándote que está vivo por todas partes. A pocos metros de ahí, oculta del tráfico y del bullicio, se encuentra la tranquila calle que recuerda a nuestro autor.