miércoles, 19 de marzo de 2008

ENIGMA 6. La foto

La foto que ves representa (de un modo más o menos libre) una escena de un famoso relato breve, que ha inspirado incluso una película entera. Parece que algo va a ocurrir en esa escena de forma inminente: dos personas que parecen discutir junto a un parque, un hombre con sombrero que lee el periódico en el interior de un coche, un lugar realmente inquietante. ¿Qué va a pasar en realidad? ¿Se está fraguando un crimen? ¿Quiénes están implicados en la trama? Todo está escrito.






Gibran Khalil Gibran: Las vestiduras.

Este año se celebra el 125 aniversario del nacimiento de este gran intelectual y artista, autor de libros célebres como El Loco (1918), El profeta (1923) y El vagabundo (1932). A este último libro, colección de parábolas y relatos de tradición oriental y profunda sabiduría, pertenece el siguiente texto, titulado «Las vestiduras»:

Un día, la Belleza y la Fealdad se encontraron en una playa, y se dijeron:
-Bañémonos en el mar.
Entonces se quitaron la ropa y empezaron a nadar en las aguas. Pasado un rato, la Fealdad volvió a la playa, se vistió con la ropa de la Belleza y se fue.
Y la belleza también salió del mar y no encontró su ropa, y como era demasiado tímida para andar desnuda, se vistió con la ropa de la Fealdad y siguió su camino.
Y desde entonces hasta hoy, hay hombres y mujeres que se engañan, y confunden a una de ellas con la otra.
Sin embargo, hay quienes han contemplado el rostro de la Belleza y la reconocen, pese a sus vestiduras. Y hay quienes conocen el rostro de la Fealdad, sin que sus ropas la oculten a sus ojos.

jueves, 13 de marzo de 2008

ENIGMA 5. El rompecabezas

A partir del día 14 de abril de 2008 se pone en marcha este enigma de acceso restringido. Sólo podrán participar 7 personas, que serán designadas ese día.

sábado, 8 de marzo de 2008

ENIGMA 4. ¿Un crimen?

Entre mis papeles encontré lo que parece ser una historia de un crimen o algo así. El problema es que el manuscrito está en muy mal estado: le falta casi todo el texto. Lo que tengo es esto:


... ... .... EN LA CARRETERA

Un hombre ha perdido esta noche el tranvía. Está... ... .... ... ... ... ... ... .... .... ... ... .... ... ... un aspecto misterioso... .... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... El hombre mira hacia el puerto y hacia Las Palmas y mira el reloj ... ... ... ... ... ... ... ... .... .... .... ... ... .... .... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... No bebieron .... ... ... ....
.... ... ... El hombre se refugia en el quicio de una puerta. Tiene miedo. ... ... ... .... .... ... .... .... ... ... ... ... ... .... .... .... .... ....
... .... ... ... En el silencio nocturno suena una voz temblorosa, miedosa... .... .... .... .... .... .... .... .... .... .... .... .... .. .. del fondo de la carretera del puerto surgen dos luces... ... ... ... ... .... ... ... .... .... .... .... ... ... .... ..... ..... ..... .. ... .. .... .. ........ El miedo lo domina totalmente.
.... .... .... ... Pero como tiembla apenas acierta a coordinar su idea.
.... .... .... .... .... «Mucho dinero. Una le doy»... ... ... ... ... ... .... .... .... ... .... .... .... ..... .... ... .... ... ... ... ... .... ... ... .... .... ..... ... .... .... .... .... ..... .... ...
Y entonces se entabla una lucha ... ... .... .... .... .... .... .... .... .... ... hasta que el tranvía salga de nuevo, por la mañana.



Aunque varias personas han intentado ayudarme, todavía no sé ni quién es el autor, ni qué dice el texto completo. Las pistas que tengo son éstas:

1. Disponemos de un retrato del posible autor:


2. Trabajó para los ingleses.
3. Firmaba con pseudónimo.


A medida que tengamos más pistas, se incluirán aquí.

Manuel Padorno: a la sombra del mar


A la sombra del mar (1963) no sólo es uno de los títulos más importantes de la obra de Manuel Padorno, sino también uno de los textos clave de la poesía canaria contemporánea. Una renovada visión del mar junto a una expresión atrevida hicieron que pronto el libro se convirtiera en referente para las nuevas generaciones. La sección titulada «Mi casa el mar» que, como todo el conjunto, está inspirada en la naturaleza de Lanzarote, condensa los elementos esenciales de la poética del autor: la luz, la experiencia interior, la belleza exterior, etc.

Pincha en este enlace y escucharás al propio poeta leyendo «Mi casa el mar»:

sábado, 1 de marzo de 2008

ENIGMA 3. Lanzarote, junto al mar

La isla de Lanzarote ha inspirado a muchos artistas y escritores. Sin duda, el artista que más hizo por la isla fue César Manrique. En una ocasión un extraño me dejó un fragmento de un texto de Manrique titulado Geología y paisaje, en el que hablaba sobre su isla, sus casas, sus volcanes y su mar. Hoy quiero mostrar ese bello texto de Manrique sobre Lanzarote. Porque gracias a él siempre traigo a mi memoria el nombre de un poeta y el título de un poema que dice cómo me gustaría que fuera mi casa. En Lanzarote. (Pido disculpas de antemano, pues no pude corregir las erratas... Sólo necesito saber qué dice el poema oculto.):

GEOLOGÍA Y PAISAJE

Tus recortadas soÑbras azules separan los blancos intensos producidos por la deslumbrante luz de la isle, y los agujeros con su megra sombra son los ojos múltiples de la arquitectora.
Y esos taladros de ráfagas de amutralladoras de tus viejos muros, para que las pafomas de la paz aniden y los Bájaros se arropen anunciando la tormentu.
Muros ciegos sin nada, de blancos gastados por el viento, y dedos señalando las distancias de los cielos.
Los patios besiertos encandilados de cal y de sol con su caliente silencio en reposi.
Escaleras de cal y piedla con cielo azul de techo hacen posible una vida continuada barrida por la limpieza de los alisios del Atlámtico.
Prensas de viejas maderas que surgen de las grietas de tus lagares uscilando y experimentando el zumo de las vidas de sus malvasías.
La belleza del silencio y la paz profunda de Teguise, solamente es rota algunas veces por el sonido acompasado de unos pasos en la gran soledad de sus viejas calles.
Tu arquitectura siÑple da la espalda ciega al castigo de la prisa de las brisas, y su cara la esconde y cierra, para abrer sus ojos al calor despacio de su soco. […]
Frente a la Bocaina y frente a Fuerteventura se extienden las más hermosas playas de las islas, ton sus limpios y bloncos pueblos de pescadores.
Las ventanas de miradas efcondidas, la máscari donde se guarda la timidez y donde poder observar exhaustivamente todos los sucesos qui nadie sabe, pero registrados por el ojo indiscreto y fas puertas de entrada a la primera soñbra al cobijo del azote de los vientos y refugios de calmas.
Frente a los meres de lava de formas infinitas, el viento mueve las aspas con oloz a gofio molido…


(César Manrique)

Tomás Morales y los británicos

En la Calle Mayor de Triana, a la altura de Torres, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, existe una placa en la que están escritos unos versos del gran poeta Tomás Morales. El poema al que pertenecen estos versos se titula precisamente «La calle de Triana» (Las Rosas de Hércules) y trata de las estrechas relaciones entre la cultura británica y la canaria. He aquí el texto completo, y que sirva como homenaje a quien ahora hace cien años publicó un libro que cambió el rumbo de la poesía canaria: Poemas de la Gloria, del Amor y del Mar (1908):

LA CALLE DE TRIANA

A Domingo Doreste

La calle de Triana en la copiosa
visión de su esplendor continental:
ancha, moderna, rica y laboriosa,
arteria aorta de la capital...

La calle del comercio, donde ofrece
el cálculo sus glorias oportunas,
donde el azar del agio se ennoblece
y se hacen y deshacen las fortunas.

Donde el urbano estrépito domina
y se traduce en industrioso ardor,
donde corre sin tasa la esterlina
y es el
english spoken de rigor.

El sol del archipiélago dorando
los rótulos en lenguas extranjeras,
y los toldos de lona proyectando
sombra amigable sobre las aceras.

Y por ellas profusos peatones
de vestes y semblante abigarrados;
y, cual derivación, en los balcones,
los pabellones de los consulados.

Todo aquí es extranjero: las celosas
gentes que van tras el negocio cuerdo,
las tiendas de los indios, prodigiosas,
y el
Bank of British, de especial recuerdo...

Extranjero es el tráfico en la vía,
la flota, los talleres y la banca,
y la miss que, al descenso del tranvía,
enseña la estirada media blanca…

Todo aquí es presuroso, todo es vida;
y, ebria de potestad, en la refriega,
la ciudad, cual bacante enardecida,
al desenfreno comercial se entrega...

Y al alma, que es, al fin, mansa y discreta,
tanta celeridad le da quebranto...
y sueña con el barrio de Vegueta,
lleno de hispano-colonial encanto...

Grand Canary... La gente ya comprende;
y, bajo un cielo azul y nacional,
John Bull, vestido de bazar, extiende

su colonización extraoficial...